La mayoría de las personas llegan a nuestra vida y, de la misma manera, se van... Por otro lado, a unos pocos afortunados, nos toca cruzar caminos con personas que me gusta llamar "trascendentales", esas que tienen en su esencia algo que marca a aquellos cuyas vidas tienen la fortuna de tocar.
Esta vez quisiera hablar de una persona en especial, de un hombre en especial.
Hace ya 7 años de que me encontré por primera vez con esos ojos cafés y esa sonrisa capaz de contagiársele hasta al más amargado. Y, si bien el cabello largo y las playeras de bandas se transformaron en un cabello corto y una barba pulida, los ojos y la sonrisa siguen siendo los mismos.
Detrás de ellos se encuentra una de las almas más nobles con las cuales la vida ha tenido la sabiduría de cruzarme.
En realidad, no es una persona que pase desapercibida. Para ser honestos, llama mucho la atención. Pero cada vez que veo el revuelo que causa entre mujeres que lo adoran y hombres que, o lo imitan o no lo soportan, me pregunto si saben de todo lo que se están perdiendo al limitarse a mirar sólo lo de encima.
Y es que, aunque los años me han enseñado que jamás dejas de conocer a las personas, puedo decir que detrás de esas frases ácidas y ese fanatismo por los cómics, se encuentra uno de los seres humanos de los cuales el resto tenemos mucho que aprender. Probablemente no pocos se preguntarán: "¿Aprender?"; y es cuando confirmo que no tienen la menor idea de lo que se están perdiendo; pues, por debajo de los tatuajes y la voz de villano de Disney, se encuentra un hijo capaz de dar la mitad de su vida por su mamá y dedicar la otra mitad a proteger y ver por sus hermanos. Se encuentra un amigo que, sin importar qué tan mal esté, buscará la manera de hacer sentir mejor al otro. Una persona de la cual no recibirás más que sinceridad en su expresión más pura, de esa que te orilla al extremo en el cual, llegado el momento, lo amas o lo odias por las mismas razones.
Si miras ahí, justo detrás de la barba, a un lado de la loca admiración hacia Batman, te encontrarás con un ser humano que jamás se conforma, que siempre busca más...con una de las personas más fuertes que conozco. O díganme...¿Qué hay más difícil, qué da más miedo que luchar contra uno mismo? Y yo lo he visto hacerlo una y otra vez, pues es de los contados casos-todos dignos de admirar-en los cuales alguien es capaz de, antes de mirar los ajenos, señalar todos y cada uno de los propios defectos y debilidades. Detrás de ese ceño fruncido y la risa burlona, hay cientos de páginas llenas con malas experiencias, con sinsabores, con noches de insomnio y horas de ansiedad...pero, si miras más de cerca, podrás notar que se encuentran algo rasgadas...es que suele usarlas para impulsarse hacia adelante, pues ha decidido tomar el papel de héroe en lugar de, como la mayoría, plantarse en papel de víctima esperando ser rescatado.
Honestamente, podría llenar páginas y páginas y páginas...y las palabras jamás alcanzarían a describir lo que esta persona significa para mí...sólo me queda decir que, si llegara a faltarme algún día, el hueco que dejaría en mi vida sería tan grande que nada ni nadie podría llenarlo jamás. Y es que es el tipo de personas de las cuales el mundo tiene hambre...de esas que, de haber más de ellos, podrían hacer de este planeta un mejor lugar.
No puedo obligar a nadie a mirar, a analizar, a valorar...sólo me queda limitarme a decir que jamás alcanzaré a explicar lo feliz, lo orgullosa, lo honrada que me siento al poder llamarlo A ÉL mi mejor amigo, mi hermano. Pedirle a la vida tiempo para aprender de él todo lo que pueda y palabras para hacerle entender cuánto lo amo y lo admiro...y, ya viéndome algo altruista, que sea eterno...y no sólo para mi, sino para el mundo.
Y es que sé que en nadie encontraré lo que encontré en él. Nadie comprenderá que es mi superhéroe el que se encuentra ahí...entre Leoh y Diego.
