lunes, 5 de octubre de 2015

Rugidos Nocturnos

Ésta es una historia convencional desde la perspectiva de un lunático mortal.

Estaba este mar: poderoso, protector y amoroso.

Estaba esta luna: brillante, enorme y abrasante.

Todas las noches, el mar rugía sin cesar mientras se estiraba a sus límites para poderle tocar. La luna, apartada y estática, simplemente esperaba, sin acercarse.

El mar solamente quería abrazarla, rodearla con su fuerza y su amor, pero la luna no lo entendía... Distancia mantenía.

La inquietud del mar, por las noches, al ver a su amada tan distante y tan lejana, crecía desmesuradamente con la ilusión de que su mano, fino y terso oleaje, le alcanzase.

Cada vez más lejos, la luna esperaba sin acercarse, esperando a que el mar, algún día, tuviera la fuerza suficiente para arroparle.
Debido a esto, el mar comenzó a cansarse; por las noches dolía y le provocaba melancolía, pero durante los días, cuando ella se iba, la tranquilidad lo invadía.

A veces, se quedaba tieso con ganas de volar mirando cómo amanecía y cómo la luna se desvanecía. Le producía la más dolorosa sensación de amor.

Un buen día, el mar desistió ante la indiferencia e indecisión de dicha luna que comenzaba a acostumbrarse a la rutina de estar y no estar; irse de día, provocar en la madrugada y aparecer por las noches, pero siempre distante.
Él dejó de buscarle y ella enloqueció y se enfureció. Perdió todo gramo de cordura que le quedaba y ante su orgullo cedió.

Qué iracional es el amor, ¿o no?
Ambos se amaban con todas sus almas, pero había un cielo que los separaba.
Si tan sólo el mar se hubiera esforzado más antes.
Si tan sólo la luna no fuera inestable.
Si tan sólo la luna se hubiese acercado.
Si tan sólo el mar no se hubiera cansado.

Ella pensaba que él brillaba por su luz ¡y vaya sorpresa que recibió!
Él descubrió que no necesitaba una luna para mover su marea y se aprendió a controlar.

Él se dio cuenta de que si ella estaba tan encima, era por el esfuerzo con que él la había impulsado hacia arriba.

Ella notó que, ahora sin su amor, se encontraba solita en el espacio exterior.

Él se ahogó en su propio temor y ella se sofocó con su misma indecisión.

Si tan sólo ella hubiese estirado su luz.
Si tan sólo él hubiese alcanzado esa luz.

jueves, 20 de agosto de 2015

La física

Quería evitarlo a toda costa.

Separar una persona en dos es tan complicado, pero común a la vez.

Siendo Leoh o siendo Diego, todo es distinto entre sí.

En retrospectiva, un cuerpo es mucho más de lo que se cree popularmente y no hay cabida para más de una persona.

Las almas son energía y, como tal, deben tratarse con la fuerza necesaria.

¿Qué pasa cuando se aplica dicha fuerza con más ahínco que la que soporta como límite?

Y... ¿Qué sucede cuando son dos fuerzas así de potentes empujando a lados contrarios entre sí?

Es increíble cómo la física podría ir dentro de nosotros para sacarnos a flote o para hundirnos.

martes, 24 de febrero de 2015

Cuando les cuente a mis hijos

Y, entonces, cuando les cuente a mis hijos sobre el amor de mi vida, me dirán: “Pero papá, ¡ése no es el nombre de mamá!” y sonreiré con cariño recordando nuestra juventud.

viernes, 20 de febrero de 2015

En verdad lo deseé

Acabo de ver una patrulla policial sobre una avenida yendo con velocidad excesiva para esta hora de la noche; iba con la sirena aturdiendo mientras una ambulancia la seguía con más estruendo a aún más velocidad.

Por primera vez en mi vida deseé que 
fueran por mí...

Y que se les hiciera tarde.

Te amo y punto.

Te amo.
Así, con punto y a parte para que pueda ser seguido y nunca final.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Cuento corto sobre un pato

La mujer que yo amo en realidad es un pato.

Dejé de sentirla cuando ella se obstinaba en hacerse sentir.

Pensó que esforzarse no es necesario, o eso creía yo. Me equivoqué y lo arruiné; como todo, como siempre.

La amo tanto que podría desplumarla.

martes, 17 de febrero de 2015

Algún día seremos...

Hoy pensé algo:

Reflexioné acerca de las almas y su poder. Son energías, a final de cuentas, y, como en la física se explica, el magnetismo es energía de atracción.
Confieso que ahora considero que mi alma y la tuya se encontraron hace mucho tiempo, en distintos lugares, espacios y momentos, pero que decidieron fluir a su modo, separadas de alguna manera, entendiendo que se encontrarían. Hace un año fue dicho momento.

Las introducciones sobraron y fueron sencillas, pues noté un enlace fuera de lo común casi de inmediato. “Esto no significa algo” –me dije. “excepto que nos entendemos y la pasamos bien juntos.”.

Primer error (de muchos)...

Las almas flotan y vuelan atravesando el universo sin una aparente conciencia, pero he determinado que siempre la hemos tenido. Tú y yo.

Ahora, afortunadamente, nos encontramos en este plano, siendo humanos y dándonos cuenta de todo lo que podemos ser; puedo escribirte todo esto con aspecto de novela o de poema sin importar la situación o la sensación, porque sé que estás lista para esto y, hasta cierto punto, lo esperabas. Lo sé.

Amo mi mente y mi capacidad para observarte y sorprenderme con lo bella que eres, aun asustarme con tu contención ante el compromiso y el expresarte libremente conmigo, como lo hemos hecho en otras ocasiones.

El pasado se está yendo y hay muchas cosas que nos hemos sanado, pero vuelve. Vuelve, por favor, a abrirte conmigo y a ser eso que somos cuando tratas de mostrarte más emocional o sentimental porque te amo y me amas.

Júntame como cuando hacemos el amor: no ser uno mismo, sino ser un todo mismo.

Gracias, universo.