Mereces algo más a lo que te han acostumbrado.
Mereces a alguien que te cante en notas de voz al celular antes de dormir.
Mereces a alguien que entre en neurosis por 6 segundos cuando despierta y no encuentra su celular inmediatamente para ver si ya le has enviado un mensaje deseándole un buen día o para hacerlo.
Mereces a alguien que te obsequie llamadas fugaces.
Mereces a alguien que se emocione por ser tu soporte para cumplir tus sueños.
Mereces a alguien que se haga vibrar en tu misma frecuencia y que te ayude a vibrar en la suya.
Mereces a alguien que sintetice sus problemas en común.
Mereces a alguien que te toque como si fueras una obra de arte que jamás podría tocar en otro momento.
Mereces a alguien que disfrute tu cuerpo como si fuera su postre favorito.
Mereces a alguien que ilumine la habitación con su sonrisa y que se destelle con la tuya.
Mereces a alguien que acaricie tus pómulos y tu barbilla y con eso, sin hablar, te diga un "te quiero".
Mereces a alguien que explote con tus detalles.
Mereces a alguien que te mire como un niño mira a su primer perrito.
Mereces a alguien que cuando te abraza, parezca que te abrasa.
Mereces a alguien que te demuestre que con su presencia, el mundo no está tan mal y que en su ausencia se prepare para un encuentro que te derrita.
Mereces a alguien que sea tu pañuelo cuando lloras, pero que también sea la llamada de atención para que te detengas.
Mereces a alguien que tome tu corazón y lo guarde y cuide como a sus posesiones más valiosas.
Mereces todo...
Mereces ser feliz.