lunes, 17 de febrero de 2014

Problemas sensoriales

Después de todos esos problemas sensoriales donde hasta ciertas prendas incomodan mi piel y el cabello desaliñado me parece un un pecado mortal, habrán de entender que el que ella acariciara la palma de mi mano era la incomodidad más perfecta que podría haber existido. La desesperación de sentir relajación y y ganas de no sentirla a la vez.

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