jueves, 24 de mayo de 2012

FÁBULA "El tigre y los leones"

Tiempo sin escribir aquí. No sé si esta fábula ya exista o algo similar pero se me ocurrió en una ida al baño. Fin de la introducción.

"El tigre y los leones"

Era una manada mediana de leones que pensaba en expandir su territorio y dominio cuando un joven tigre decidió acercarse con una leona que bañana a sus cachorros.

Hola, buenas tardes. Día caluroso, ¿eh? - espetó el tigre.
Hola... Te pido te retires, raro león mal formado. - tajó la leona.
Pero señora, dispense mi atrevimiento pero yo no soy un león... A decir verdad, soy un tigre que perdió a su manada. - dijo el felino rayado.
¿Tigre? ¿Qué clase de cosa extraña es esa? Aquí sólo hay leones. - habló la hembra. - Te suplico te retires.
El tigre, triste y decepcionado, se retiró de la visa de la manada pero sin mantener tanta distancia.
Así pasaron alrededor de quince días que hablaba con miembros distintos de la manada pidiendo comida y resguardo hasta que la información llegó al líder del grupo que mandó traerlo.
Te suplico, si es que quieres permanecer en vida, no vuelvas a acercarte a ninguno de los miembros de esta manada. - gruñó irritado el líder.
Pero, señor, perdí a mi manada y lo único que quiero es un poco de comida y ser aceptado en su familia. - espetó el tigre.
¡Tonterías! - rugió el león furioso. - Ni siquiera tienes nuestro aspecto. Eres una mutación... - concluyó.
El tigre se retiró resignado a ser alimento de los carroñeros.

Unos días más tarde, una manada con un imponente líder atacó a la manada de los rechazadores.
Se liberó una sanguinaria lucha donde garras y colmillos rechinaban por territorio. Rugidos & chillidos por doquier. El tigre, asustado y presenciando al escena, corrió hacia el lugar rugiendo y gruñendo ferozmente.
¿Qué es esa cosa? - preguntó el líder adversario anonadado.
¡Soy un león distinto y defenderé mi territorio con éstas garras y colmillos! - exclamó intimidando el tigre.

Nadie sabía que éste tigre era un gran cazador y supo aprovechar el factor de la sorpresa de su diferencia contra su adversario y lograron la retirada del enemigo.

Muchas gracias, amigo rayado. - dijo el hermoso melenudo líder de la manada. - Sin ti, no lo habríamos logrado. Bienvenido, león. - terminó.
Gracias, mi señor, pero si he de ser parte de su familia, quisiera que se me aceptara como lo que soy: un tigre.

Así fue y, a partir de ahí, el tigre fue aceptado y respetado por lo que es y podía llegar a hacer por los demás.

MORALEJA: No hay que juzgar a nadie nunca por su aspecto y recordar que, aunque parezcan distintos al resto se nosotros, la sociedad se alimenta de ello, de las diferentes capacidades que uno tiene para lograr un mejor desarrollo. También, el ser bueno en algo no es objeto de presunción pues debe ser utilizado sólo cuando es requerido, necesario y por un bien común. No subestimemos a alguien por su aparente diferencia.

Nuestras distintas habilidades deben complementarios y nunca dividirnos.


¿Qué te pareció? ¿Qué moraleja o lección aprendiste de esto? Dame tu opinión que será muy bien recibida acá abajo en la sección de comentarios.

Gracias por tomarte el tiempo y el gusto de leer.

"El tigre y los leones" - Leoh Strecci 24 de mayo de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario